Hubo algunos valientes que pese al viento, la altitud y el cansancio, subieron a la cima del "Pic de Tristaina" dando rienda suelta a su espíritu montañero. Y otros, un poco más valientes, se atrevieron a darse un chapuzón en las heladas aguas del lago, donde nos demostraron su habilidad en "natación sin flotador", "salto sin sincronización" y "relevos con toalla".
De vuelta a la residencia, y después de una ducha calentita, pudimos disfrutar merendando unos creps de chocolate que nos hizo Jesús con todo su cariño y la masa que nos había preparado Jan el cocinero.
Esperamos que se repitan muchos fines de semana como este a lo largo del año...
Llegada a Tristaina
Los lagos...
Nuestros alpinistas...
Campeonato de Natación...
Nuestra deliciosa merienda....
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