Este concurso está organizado por el instituto español de Andorra y en él participan todos los colegios del país.
Desde aquí queremos felicitarle por su gran trabajo, su esfuerzo y su ilusión.
AUSENCIA
He
sentido en el alma del ocaso
Fluir tu
amor de fuego construido;
Vivo lo
más profundo del rechazo
Y un
rayo de ilusión yace dormido.
Se me
cayó el amor como una gota
De
lluvia amarga y dura en la ventana;
Quedó
truncada la esperanza, y rota
La
página feliz de otro mañana.
Se vino
abajo el anhelo futuro
Como un
bloque de hielo desgajado,
Y tu
mirar de flor se volvió muro
Que en
el fondo del mar se quedó anclado.
En vano
busco un sueño, un imposible,
Un
querer ser querido y ser amado,
Un amor
que trascienda lo visible,
Un árbol
que se eleve sublimado.
Con mi
mano describo la tormenta,
El
vendaval que quiebra mis sentidos,
La lucha
silenciosa que lamenta
El hecho
de que nunca me has querido.
En mi
corazón late la presencia
De una
nostalgia yerma y abatida,
La
sombra oscura, la eterna cadencia
De una
pasión que muere destruida.
Eterno
esperar, labios que no besan,
Un
grisáceo mar, ojos que no miran,
Herida
cruel, dolor que no cesa,
Aguas
turbulentas que se precipitan.
No supe contentarme
con mi suerte,
Ni supe
acompasarme con tu risa;
No pude
resistirme a la más fuerte
Y
melancólica estrofa de la brisa.
Un soplo
airado me nubló la mente,
Agostándome
así los pensamientos;
Perlada
de sudor dejó mi frente
Y
resecos de luz mis pensamientos.
Yo no
culpo a los hados ni al destino,
Ni los
dioses crearon mi tormento;
Fui yo
quien transitando mi camino
De
bruces me labré mi sufrimiento.
En un
túnel oscuro me encerré,
Velándole
mi alma a la alborada;
Al sol
mis arañazos oculté
Hasta
que el cielo se hizo madrugada.
La
música que tanto me gustaba
No podía
ya oír sin la tristeza;
Los
pájaros al sol ya no cantaban,
Perdida
para siempre tu belleza.
El
verdor de los bosques me era ajeno,
Al igual
que las dulces melodías;
Pensé
que el sufrimiento no era bueno,
Pero en
mí se adentró melancolía
Y no
quería salir por el momento;
La
hermosura de la naturaleza
Sólo era
razón de más lamento,
Como un
amargo tono de tristeza.
Y me
sigo sintiendo anestesiado,
Y me
cuesta vivir esta existencia;
Me
siento solo y desilusionado,
Ausente
de tu amor y tu presencia.
Pero al
dolor mi juventud derrota,
Y surge
en mí una chispa de esperanza;
Aunque
ahora mi alma se halle rota,
Vencerá las barreras mi templanza
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